"Snowden"

El largometraje dirigido por Oliver Stone está basado en hechos reales, concretamente, en la historia de Edward Snowden quien trabajó para la CIA y la NSA. En 2013, desde la una habitación de hotel en Hong Kong, concedió una entrevista al portal web de noticias británico conocido como “The Guardian”. En ella desvelaba ciertos documentos considerados de alto secreto, acerca de diversos programas que la NSA llevaba a cabo. Uno de estos programas recibía el nombre de “XKeyscore” que se utilizaba para la recopilación masiva de datos, siendo capaz de rastrear a cualquier persona a través de sus redes sociales, correos o mensajería, estando todos estos datos disponibles. Este programa tenía la capacidad de rastrear cualquier IP (número de identificación de un dispositivo cuando este se conecta a la red) permitiendo tomar control del audio y del vídeo de los dispositivos. En ese momento se convertía en la mayor fuente de datos conocida, otorgando un inmenso poder a aquellos que lo controlaban; siendo, por otra parte, una violación de la privacidad. Parafraseando a Corbin O’Brian, uno de los personajes de la película, “…los estadounidenses prefieren la seguridad antes que la libertad, y nosotros hemos tomado la decisión por ellos…”. De esta manera alegaba que para proteger al país y sus ciudadanos era necesario monitorizar, durante las 24 horas del día, la vida de cada uno de ellos, sabiendo lo que están haciendo en cada momento. Gracias a esto evitaban ataques por parte de terroristas, hackers o criminales, mediante la vigilancia mundial. A pesar de que las insistencias del que era Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, por abolir la recopilación masiva de datos y convertirlo en algo ilegal, ¿cómo sabemos que hoy en día programas como éste no se están utilizando? ¿Son realmente necesarios para garantizar nuestra seguridad? Y hasta qué punto estamos seguros con un “Gran Hermano” que nos vigila y nos escucha constantemente, quizás no seamos capaces de verlo pero nuestra libertad está siendo erradicada a golpe de “click”.